el cielo de tus ojos, me regala libertad

Dicen las mentiras que existen sino en todo momento, más me vale el porqué acelerado y la sonrisa inesperada que los peros con punto y coma, asi como los que sueñan con vivir en un mundo sin caos y corazones tristes, esos con sombrero de copa, el cigarrillo y el asiento en el café costoso.

Con el empeño que me ha sobrado, correspondo a los besos que no quise, no así a los tuyos; no es parecido a nada con sabor a muerte, ni a tempestades de inviernos penquistas, no, sabe más bien al encanto y a los colores que atraviesan el viento y las nubes en mis tardes carmines.

He investigado dentro de estas estaciones de mis sentires y esta primavera interminable que me abrasa con sus llamas se prolonga casi del largo de una ballena, y si tengo suerte, continuaré caminando a tu lado derecho hasta que se borre del cielo el arrebol en la tarde.
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