sábado, 17 de octubre de 2009

Hace casi 4 años, el cielo pintaba con colores de mares de esos celestes y cristalinos, se iluminaban, y resplandecían con primaveras y flores. Fué en la mañana tibia de noviembre, las siete en el reloj y yo no sabia que me esperaba el devenir. Ya giraban las manillas del reloj, otro día de rutina para mi, supuse. Miré las venas de mi rededor y todo latía con rojo sangre y desgracia traían los uniformes que ahora habitaban mi casa. Buscando culpables que culpa no tenías más de ser tan inocentes. Rebotaban los rayos de luces y flashes de las camaras. Evidencia por doquier, todo ocupado para un fin real. Se remecía todo donde pisaba y ya no caminaba más. Me miraba y ya no era la misma. Hoy miro hacia atrás tal y como si lo pasado no me correspondiese.

No hay comentarios: