jueves, 27 de diciembre de 2007

Nada de nada

no sé, estos tiempos son tan raros para mi, que desde que me he conocido mas, desde que mi angustia estúpida, y que no deja superarse en ningun sentido, se acabó, la vida vuelvea florecer, las hojas de los árboles a mostrar sus inconfundible verdes colores, la gente huele distinto, el cielo es mas libre cada vez que lo veo azul e impenetrable. Es el color en fotografías es el color en la vida misma, en mi existencia, y en todo lo que me rodea, ya no existe más presion, ya no más dolor, aunque antes aquel dolor furtivo, en mis noches, me cegara por tantas estupideces de las que es mejor no hablar cuando la alegría se asoma por mi ventana. Casi siempre me siento postergada a solo llorar por las noches, llorar por las cosas que debo hacer más adelante, o por las que nunca sucederán, sin embargo, a pesar de todo, a pesar de nada; todo eso es, mejor. Y así es como todas las cosas que suceden, casi siempre son mejores , o peores, no sé. Estos días ya no quiero saber nada de todos, o nada de nada. Tan solo espero y ojalá el sol siga saliendo cada día, para asi alumbrar mi habitacion y no hacerla lóbrega otravez como en los fríos inviernos que pasé...

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